25.9.11

Mis Madrugaditas.

Jueves a la noche de la porquería y mi costado de policía, el que gobierna últimamente, está dormido, no se despierta, está esperando el juicio a la otra parte del alma que injustamente seguro pierdo y después lloro, por perder el control lo pierdo todo. Y vuelvo al infierno para ir a buscarte, y vuelvo al pasado para complicarme. Santo gobierno de la pereza, está Dionisio que no me deja arrodillarme a los excesos de esos fantasmas que no están presos,  porque están sueltos, en mi cabeza, van destapando otra cerveza, van derrochando esa tristeza y empapándome de mis carencias.  La bala perdida que nunca encontraste está en tu cabeza, sacándote sangre. Para tus ojos, quiero cantarte, salir esta noche para emborracharme. Rendirme al futuro que vaticinaste. Mis madrugaditas fuertes son, como para contarte. Vos dirás, ya sabes, toda mi miseria ya la conoces, destapando, despacito, mi madrugadita sin calma; más buscas, más lloras, hay una cabeza que no tiene paz, destapando, despacito mi nochecita del huracán.  Dejáselo al tiempo lo que necesita, bailá como siempre, volvete loquita que el tiempo transforma el ocio en el tedio, yo extraño esas noches, corazón, no tengo remedio.  Vos dirás, ya sabes, toda mi miseria ya la conoces, destapando, despacito, mi nochecita del huracán y no entendés y no escuchas y tanto tropi que te tumbas, destapando, despacito mi madrugadita sin calma.  Vos dirás, ya sabes, toda mi miseria ya la conoces, destapando, despacito, mi madrugadita sin calma y no entendés y no escuchas, hay unos ojitos que van a llorar, destapando, despacito mi nochecita del huracán. Vos dirás, ya sabes, toda mi miseria la conoces, destapando, despacito, mi nochecita del huracán y no entendés y no escuchas y tanto tropi que te tumbas, destapando, despacito mi madrugadita sin calma. Nochecitas cotidianas, me hago el muerto, como el huracán. No me extrañes, ni me llores, salvame de mis terrores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario